Se trata de una caricatura de tragedia griega, a modo de farsa, que se estrenó con gran éxito en 1966 en el teatro Bellas Artes de Madrid. Jugando con una recreación, en broma, de la última parte de la Odisea —con el regreso al hogar de Ulises y su enfrentamiento con los pretendientes de su esposa— así como de las clásicas tragedias griegas basadas en relaciones familiares (Edipo rey, Electra), todo ello dentro del más estricto buen gusto y con gran ingenuidad. La pieza, escrita en divertido verso, con mordaces juegos de palabras, incluye todos los elementos de las obras al uso: aparición de los dioses para inmiscuirse en los asuntos de los mortales, efecto del Destino sobre los protagonistas, intervención del coro, etc., con el propósito definido de desmitificar a los grandes héroes y los grandes conflictos. Sin embargo, en el proceso el autor nos acerca a estos personajes, los humaniza y los hace más simpáticos para el público